domingo, 20 de octubre de 2013


Sueños Lúcidos o Conscientes

Los sueños conscientes ocurren cuando el soñante se da cuenta que sueña en medio de su sueño. "Espera un momento, ¡esto es sólo un sueño!" La mayoría de los soñantes se despiertan una vez que se dan cuenta que sólo están soñando. Otros soñantes han desarrollado la habilidad de permanecer en el estado consciente de soñar. Pueden incluso llegar a ser participantes activos en su sueño, tomar decisiones en sus sueños e influir en el resultado de su sueño sin despertar.

Pesadillas

Las pesadillas son sueños perturbadores que hacen que el soñante al despertar se sienta ansioso y asustado. Las pesadillas pueden ser respuestas a situaciones y traumas reales. Este tipo de pesadillas se clasifica en una categoría especial denominada Pesadilla de tensión Post-traumática (PSN). Las pesadillas pueden también ocurrir porque hemos ignorado o rehusado a aceptar una situación particular de la vida. La investigación ha demostrado que la mayoría de la gente que tiene pesadillas regulares ha tenido una historia familiar con problemas psiquiátricos, experiencias con drogas, personas que han contemplado el suicidio, y/o han pasado relaciones tormentosas. Las pesadillas son un indicio de temores que deben ser reconocidos y confrontados. Es una manera en que nuestro subconsciente da un aviso. "¡Presta atención!"

Sueños Recurrentes

Los sueños recurrentes se repiten con poca variación en la historia o tema. Estos sueños pueden ser positivos, pero frecuentemente la mayoría de ellos son pesadillas. Los sueños pueden recurrir porque un conflicto plasmado en el sueño permanece no resuelto e ignorado. Una vez se ha encontrado una solución al problema, Los sueños recurrentes pueden cesar.

La mayoría de los sueños contienen mensajes que sirven para enseñarnos algo sobre nosotros mismos. Desafortunadamente muchas veces nos olvidamos qué soñamos sobre nuestra rutina diaria. En los sueños recurrentes, el mensaje puede ser tan importante y/o poderoso que no quiere que lo ignoremos. La repetición frecuente de tales sueños nos fuerza a prestar atención y enfrentar el sueño. El sueño trata desesperadamente de contarnos algo. Tales sueños son frecuentemente pesadillas o de contenido atemorizador, para hacer que tomemos nota y prestemos atención a ellos.

Los sueños recurrentes son bastantes comunes y son provocados frecuentemente por alguna situación especifica de nuestras vidas o un problema que regresa una y otra vez. Estos sueños pueden recurrir a diario, una vez a la semana, o una vez por mes, pero cualquiera que sea la frecuencia, hay poca variación en el contenido del sueño en sí mismo. Usualmente apuntan a alguna debilidad personal, temor, o incapacidad de arreglar algo en nuestras vidas – actuales o pasadas.

Sueños Proféticos

Los sueños proféticos, conocidos también como sueños premonitorios, son los sueños que aparentemente pronostican el futuro. Una teoría racional para explicar este fenómeno es que nuestra mente es capaz de organizar en el subconsciente, información, observaciones y datos, que normalmente descuidamos o que no consideramos seriamente. En otras palabras, nuestra mente inconsciente sabe qué viene antes que nosotros conscientemente organicemos la misma información.

Sueños de Salud

Los sueños de salud sirven como mensajes para el soñante con respecto a su salud. Los sueños de esta naturaleza pueden decirle al soñante que necesita ir al dentista o médico.
Materiales que necesitarás

  • 1 alambre de metal de 50 centímetros
  • 2 plumas grandes de colores
  • 1 madeja de lana azul, o del color que desees
  • 5 tubos de metal plateados de 10 centímetros de largo, que se conocen como campanas tubulares.
  • Cuentas o abalorios

Pasos a seguir

Para comenzar formamos un aro con el alambre, para lo cual podemos ayudarnos con un objeto cilíndrico de unos 48 centímetros de diámetro, doblando el alambre en torno al mismo para lograr un aro lo más circular posible. La parte que sobra del alambre la enrollamos para mantenerlo cerrado.
Luego envolvemos el aro por completo con la lana, de manera tal que el alambre no se vea, y marcamos con un hilito doce puntos equidistantes sobre la circunferencia del aro, como si se estuvieran marcando las horas en un reloj. Estos puntos serán numerados del uno al doce.
La lana la sujetamos en el punto número doce con un nudito, de ahí la lana la pasamos al punto número cinco y la sujetamos con un nudito. Luego continuamos la secuencia de la siguiente manera:


  • Del punto 5 al punto 10.
  • Del punto 10 al punto 3
  • Del punto 3 al punto 8.
  • Del punto 8 al punto 1.
  • Del punto 1 al punto 6.
  • Del punto 6 al punto 11.
  • Del punto 11 al punto 4.
  • Del punto 4 al punto 9.
  • Del punto 9 al punto 2.
  • Del punto 2 al punto 7.
  • Del punto 7 al punto 12.





A continuación partimos de nuevo del punto 12 con la lana hacia el punto 3. De ahí nos dirigimos al punto 6, de ahí al punto 9, y por último al punto 12. Luego, cortamos la lana. Anudamos en el punto 1 y pasamos hacia el punto 4, después al punto 7, de ahí al punto 10 y regresamos al punto 1.
Una vez más cortamos la lana. Anudamos en el punto 2 y pasamos hacia el punto 5, después al punto 8, de ahí al punto 11 y terminamos en el punto 2.
Es necesario que las zonas dentro de la red donde se producen cruces de hilos las amarremos donde se cruzan, para evitar que la red quede floja y se vean capas. En el punto doce anudamos un hilito de lana azul a manera de anillito para colgarlo.
En el punto 3 y en el punto 9 sujetamos las plumas de colores una en cada punto con un hilo y aseguramos con silicón para que no queden movibles.
Aparte, debemos sujetar los tubos de metal a hilos de lana separadamente. Los hilos deberán tener diez centímetros de largo. En medio de cada uno de estos hilos colocamos dos cuentas o abalorios. Por último estos cinco hilos con sus tubos los colgamos respectivamente en los puntos 4, 5, 6, 7 y 8 del aro.
Un atrapasueños o cazador de sueños es un adminículo hecho a mano, cuya base es un aro fabricado tradicionalmente con madera de sauce, con una red floja en su interior y decorado con diversos objetos (comúnmente plumas). Según la creencia popular, su función consiste en filtrar los sueños de las personas, dejando pasar sólo los sueños y visiones positivas; los sueños que no recuerdas son los que bajan lentamente por las plumas. Las pesadillas se quedan atrapadas en la cuenta (piedra) y a la mañana siguiente se queman con la luz del día para que no se cumplan.

Historia

Los atrapasueños se originaron en la nación nativa norteamericana de Ojibwa. Durante el movimiento Pan-Indio en la década de los 60 y 70 fueron adoptados por los nativos norteamericanos de diferentes pueblos. Incluso, llegaron a ser vistos como un símbolo de identificación de la cultura nativa, sin embargo, otros nativos norteamericanos los consideran como algo chabacano y muy comercial, al ser hechos y comercializados por extraños sin mayor consciencia sobre su funcionamiento.
Tradicionalmente, los Ojibwa construían los atrapasueños atando hebras alrededor de una argolla circular o con forma de lágrima, resultando una red similar a una telaraña.
El atrapasueños, colgado sobre la cabecera de la cama, es usado a menudo como un hechizo para proteger a los niños de las pesadillas y de las visiones malignas. Los Ojibwa creían que un atrapasueños filtraba los sueños de las personas, de manera que los "buenos sueños" pasaban por el centro hacia la persona que duerme mientras que los "malos sueños" eran capturados por la malla y se desvanecían con el primer rayo de luz del amanecer.
El también llamado "cazador de sueños" se hizo muy popular fuera del pueblo Ojibwa y de las tribus panindígenas. En la actualidad, son fabricados, exhibidos y vendidos por algunos individuos y grupos artesanos de todo el mundo, muy pocos de los cuales siguen el proceso de energización tradicional de este adminículo.